Diagnóstico del lupus: visión general

El lupus es una enfermedad muy heterogénea que afecta a cada paciente de distinta manera. Los síntomas son muy variados, así como el tipo de afectación de los distintos órganos y tejidos del paciente, por lo que puede ser una enfermedad de difícil diagnóstico y manejo terapéutico.

¿Qué es necesario para realizar un diagnóstico de lupus?

Para realizar un diagnóstico de lupus se exige un elevado índice de sospecha y hacer varias pruebas, además de realizar una historia clínica, incluidos los antecedentes familiares, y apoyarse en la exploración física del paciente.

No hay una única prueba que diagnostique el lupus, aunque el progreso en el campo de la inmunología ha permitido establecer un diagnóstico mucho más precoz que hace décadas en la mayoría de los pacientes. El diagnóstico tardío tiene una repercusión importante en el pronóstico de la enfermedad.

Exploración física y evaluación de los síntomas del lupus

Puede haber una gran variedad de síntomas que hacen a los médicos sospechar de un lupus. Algunos son los que os mostramos en la imagen, aunque muchos son comunes a otras enfermedades:

Imagen que muestra a una mujer y que señala los síntomas principales del lupus, como dolor muscular y articular, fatiga, fiebre, fotosensibilidad, alopecia y fenómeno de Raynaud

Tu médico te hará una exploración física completa que incluye la evaluación de la presión arterial y una exploración pulmonar y cardíaca. Asimismo, comprobará el estado de tus articulaciones, si refieres dolor; o de tu piel, si presentas lesiones cutáneas.

Criterios de clasificación

Los criterios de clasificación son una herramienta que se desarrolló para la realización de ensayos clínicos, pero que se usa en la práctica habitual como guía para ayudar a los médicos en el diagnóstico. No obstante, no se elaboraron como herramienta diagnóstica y no deberían ser usados como tal por los pacientes.

Los criterios que se emplean con más asiduidad en España son los publicados por EULAR y el Colegio Americano de Reumatología y que podéis consultar en el cuadro resumen publicado por la Sociedad Española de Reumatología Pediátrica (SERPE) que os dejamos en las fuentes.

Los últimos criterios ACR/EULAR son del año 2019.

Según estos criterios, el criterio de entrada es la presencia de ANA positivo a título ≥ 1/80. Si el paciente cumple con este requisito, se procederá a ver si cumple otros criterios: criterios clínicos (afectación hematológica, neuropsiquiátrica, cutánea, serositis, musculoesquelética, renal) y criterios inmunológicos (presencia de anticuerpos antifosfolípido, complemento C3 o C4 bajo y presencia de anticuerpos anti-DNA y anticuerpos anti-Sm)

¿Cuándo se cumplen los criterios? Cuando el paciente cumple uno o más de un criterio clínico y suma 10 o más puntos (cada uno de los criterios tiene asignada una puntuación).

Es importante recalcar que los criterios de clasificación son una herramienta de guía que debe usar el especialista. El hecho de que un paciente cumpla los criterios no significa que haya lupus. De igual modo, podría haber un diagnóstico de lupus aun sin cumplir los criterios porque lo que prima es la experiencia y el juicio clínico del especialista.

Historia clínica y antecedentes familiares

Otra de las partes importantes en las primeras consultas será la elaboración de nuestra historia clínica. En ella, además de tus síntomas, tu médico apuntará alergias, operaciones a las que te has sometido en el pasado y otros problemas de salud que tengas o hayas tenido.

Además, te preguntará si tienes algún familiar con lupus u otra enfermedad autoinmune, ya que, aunque el lupus no es una enfermedad hereditaria, sí que está relacionada con los genes.

Pruebas de imagen

Dependiendo de los síntomas que presentes, tu médico te hará alguna prueba de imagen como ecocardiograma, ecografía, radiografía o resonancia magnética. Estas pruebas no se hacen en todos los pacientes, sino sólo en aquellos en los que se hacen necesarias.

Si tu médico solicita alguna prueba de imagen, recuerda siempre resolver tus dudas y tener claro si la prueba requiere de alguna preparación previa.

Biopsia

La biopsia es un procedimiento por el que se extraen células o tejido de un paciente para analizarlas en el laboratorio. En el lupus, las más comunes son la biopsia de piel, que te podrán hacer si presentas lesiones cutáneas; y la de riñón, que se realiza en aquellos pacientes con sospecha de nefritis lúpica (afectación renal).

Pruebas analíticas

Todos los pacientes con sospecha de lupus o de otra enfermedad autoinmune tendrán que someterse a una serie de pruebas de laboratorio. Aunque los análisis de sangre y orina no son una prueba específica para el diagnóstico del lupus, sí que darán a nuestro médico muchas pistas.

Te contamos más sobre las pruebas analíticas y cómo interpretarlas en el artículo: “Análisis de laboratorio y anticuerpos antinucleares (ANA) en el diagnóstico del lupus”.

Nota final:

Como hemos dicho anteriormente, el diagnóstico del lupus se basa en la combinación de la historia clínica, el examen físico y las pruebas analíticas y diagnósticas.

Sabemos que la tentación de mirar los resultados de las analíticas es grande y que son pocos los pacientes que no las miran antes de que los revise su especialista. Por ello nos gustaría advertir que no todo lo que parece que está mal, tiene por qué estar mal. Los resultados de las analíticas sólo pueden evaluarlos los médicos y hay que analizarlos en su conjunto y saber interpretarlos adecuadamente. No te dejes llevar por los asteriscos o las cifras en negrita y espera a que sea tu médico el que te explique tu estado de salud.

Artículo revisado por la Dra. Cristiana Sieiro.

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Fuentes:

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Licenciada en Economía y autora del blog Tu Lupus Es Mi Lupus.
EUPATI fellow.
Community manager en Lupus Europe, AMELyA Lupus Madrid, ACOLU Lupus Córdoba y SAF España.
Redactora web en AMELyA Lupus Madrid y en SAF España.

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