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Imagen de un niño rodeado de alimentos de la dieta mediterránea con el texto "La única dieta específica que ha demostrado científicamente tener un impacto positivo en la actividad del lupus, en la acumulación de daño y en el riesgo cardiovascular es la dieta mediterránea"

Según un reciente estudio, la dieta mediterránea es la más indicada para los pacientes con lupus

Publicado el: 27/09/2022

Modificado el: 16/02/2023

Índice

Un estudio llevado a cabo por Gabriela Pocovi-Gerardino y cols., y publicado en la revista Rheumatology en 2021, ha demostrado que la dieta mediterránea tiene un impacto positivo en la actividad del lupus, en la acumulación de daño y en el riesgo cardiovascular.

La dieta mediterránea en las enfermedades autoinmunes

Algunos estudios recientes han demostrado que la dieta mediterránea tiene un impacto positivo en algunas enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide. En concreto, en esta entidad este tipo de dieta modula la actividad inflamatoria, aumenta la función física y mejora la vitalidad. Además, algunos datos apuntan a que podría prevenir la enfermedad. También se han llevado a cabo estudios en artrosis y esclerosis múltiple, enfermedades en las que la dieta mediterránea también ha demostrado tener efectos beneficiosos. 

La dieta mediterránea es la más indicada en pacientes con lupus eritematoso sistémico

Así lo afirma el estudio mencionado al inicio y realizado en varios centros de Andalucía. Se trata del primero que analiza la relación entre la adherencia a la dieta mediterránea y la actividad del lupus, el daño acumulado y el riesgo de enfermedad cardiovascular.

El estudio se realizó en 280 pacientes con lupus a los que mediante un cuestionario se valoró el grado de adherencia o seguimiento a una dieta mediterránea. Los resultados han demostrado que los pacientes que tenían una mayor adherencia (que seguían mejor) a la dieta mediterránea presentaron mejores perfiles antropométricos (índice de masa corporal, porcentaje de grasa), mejores niveles de marcadores de riesgo cardiovascular en sangre y mejores niveles de algunos biomarcadores inflamatorios, incluyendo la proteína Creactiva, homocisteína, triglicéridos y albúmina. Sin embargo, los investigadores no encontraron ninguna relación ente la dieta mediterránea y los marcadores más específicos de actividad del lupus, como los anticuerpos anti-dsDNA y los niveles de complemento C3 y C4.

Otra conclusión interesante de este estudio es que el consumo de determinados componentes de la dieta mediterránea (aceite de oliva, fruta, verdura, sofrito, legumbres, pescado y frutos secos, así como la abstención de carnes rojas y productos industriales y ricos en azúcares) se asocia a un menor nivel de actividad de la enfermedad medido con el índice SLEDAI (es importante remarcar que un índice SLEDAI igual a cero es uno de los requisitos para alcanzar la remisión en el lupus, según la reciente definición del grupo DORIS).

Una de las limitaciones más importantes del estudio es que está realizado en un punto determinado en el tiempo, por tanto, no puede confirmarse la relación de causalidad entre la dieta mediterránea y los resultados. A pesar de esta limitación, se puede concluir que una mayor adherencia a la dieta mediterránea tiene un impacto positivo en la actividad del lupus, el daño acumulado y el riesgo cardiovascular.

Es importante tener en cuenta que los pacientes con lupus presentan un elevado riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular y otras comorbilidades. Por tanto, una dieta “antiinflamatoria” (como la mediterránea) podría tener un papel en el manejo de la enfermedad. Sin embargo, se necesitan más estudios para confirmar estos resultados preliminares.

Nota aclaratoria: 

Proteína C reactiva (PCR): niveles altos indican inflamación. La prueba de PCR se utiliza para valorar el riesgo de enfermedad cardiovascular. 

Homocisteína: niveles altos podrían indicar un elevado riesgo de enfermedad cardiovascular. 

Triglicéridos: niveles altos incrementan el riesgo de sufrir un ataque al corazón, un infarto o pancreatitis.

Albúmina: Niveles bajos de albúmina en sangre podrían ser un indicador de enfermedad renal o hepática (del hígado). 

Artículos relacionados:

 Fuentes:

  • Pocovi-Gerardino G, Correa-Rodríguez M, Callejas-Rubio JL, et al. Beneficial effect of Mediterranean diet on disease activity and cardiovascular risk in systemic lupus erythematosus patients: a cross-sectional study. Rheumatology 2021;60:160-9.
  • Sedaghat F, Jessri M, Behrooz M, et al. Mediterranean diet adherence and risk of multiple sclerosis: A case-control study. Asia Pac J Clin Nutr 2016;25:377-84. https://search.informit.org/doi/10.3316/ielapa.104548045955357.
  • Forsyth C, Kouvari M, D’Cunha NM, et al. The effects of the Mediterranean diet on rheumatoid arthritis prevention and treatment: a systematic review of human prospective studies. Rheumatol Int2018;38:737-47.
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Licenciada en Economía y autora del blog Tu Lupus Es Mi Lupus.
EUPATI fellow.
Community manager en Lupus Europe, AMELyA Lupus Madrid, ACOLU Lupus Córdoba y SAF España.
Redactora web en AMELyA Lupus Madrid y en SAF España.

Revisado por el Dr. Gerard Espinosa
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El Dr. Gerard Espinosa es médico especialista en Medicina Interna. Actualmente trabaja en la unidad de enfermedades autoinmunes del Hospital Clinic de Barcelona y como investigador en el Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer (IDIBAPS).
Su área de investigación e interés se centra en lupus eritematoso sistémico, síndrome antifosfolípido, esclerodermia, enfermedad de Behçet, uveítis no infecciosa y embarazo en enfermedades autoinmunes.
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